Oficina de Misame

No penso que al ver a Misame le causara tal reaccion, el corazon le comenzo a latir con fuerza, ahora que sabia lo que sentia por él, pero mordio sus labios y lo miro, sin mostrar nada, reprimiendo todo sentimiento aunque le quemara.

- Misame-sama.....me alegro que este bien, solo queria saber que estaba bien, no pienso quitarle mucho tiempo. DIjo mientras se hacia un poco hacia atras para alejarse. - viene de paso...voy a otra mision, se cuida...

Musa no podia mirarlo tenia que irse rapidamente, pero no queria parecer grocera, espero a que el no le sacara mucha platica o iba a terminar por volverse loca.

Papetona llegó al despacho soriente, esperando encontar al joven dios frente a su escritorio ordenando papeles como siempre. Aunque no se le notaba mucho estaba preocupada por la repentina huida de Musaki. La joven se sentia fatal por que Musaki le atribuyó todo el mérito a la rapida recuperación de Misame, ella sólo hacia lo que debia, no queria llevarse un mérito que no merecia, sólo queria decirle la verdad a Misame, ella no habria hecho nada sin la ayuda de Musaki, y aunque Misame lo sabia, no sólo venia para esa confesión, poco antes hizo una misión de rango medio que le salió fatal, por lo que queria que la entrenase.

-Misame-Kun, permiso!, Misame-Kun, quiero decirte que me entrenes, te lo suplico, mi última misión...me salió fatal, fue algo de lo que me avergüenzo, pero ahora eso no importa, el pasado, pasado está. Así pues quiero que me entrenes para pelear cuerpo a cuerpo, y si puedes ayudarme a mejorar mis técnicas, te lo agradeceria. Musaki-Chan me dió una lección antes, y no quiero ser menos que ella.

Papetona no se dió cuanta, pero su camisa estaba a en pates desabrochada, cuando estaba en las afueras y se quitó la capa sus botenes se aflojaron, y con el jaleo se despegaron de su sitio. El rostro de la joven comenzó a tornarse de lagrimas, al ver a Misame en su escritorio volvió a recordar a Saito, ya que lo que ella veia en el era la amabilidad y la pureza de espiritu que el joven aprendiz tenia. Aunque, al fin y al cabo Musaki estaba alli, Papetona no se dió ni cunta, estab obsesionada con su entrenamiento.

Misame nota la entrada de Papetona, pidiendole por favor que la entrenase. El chico no entendia muy bien el porque de sus lagrimas, pero no podia dejarla llorar. El joven se acerca tranquilamente y la abraza

- Tranquila, te entrenaré si asi lo deseas, pero puedo enseñarte nada mas que combate cuerpo a cuerpo. Es todo lo que puedo hacer...

Misame observa a Musaki delante suyo, y no sabía como darle las gracias con Papetona en aquel estado. El chico solamente demostro una sonrisa, seguido de la palabra "Gracias" aunque sin hablar, simplemente moviendo su boca.

Musa solo sonrio, salio rapidamente cerrando la puerta lentamente, fue gusto atiempo, no rompio en llanto, reprimio las lagrimas esta vez.

- No voy a ser debil. Dijo Musa mientras salia corriendo por los pasillos.

Papetona no cesaba de llorar, aunque sus lagrimas paraban y se reanudaban.La joven bajo la mirada.

-Misame, simplemente tengo malos recuerdos de un pasado que me marcó para siempre. No te preocupes por mi, pero Gracias, eres un verdadero ''amigo''

Papetona miró decidida a sus ojos

-Vamos a entrenar

- Entiendo... Entonces para distraerte un rato te entrenare en el cuerpo a cuerpo. Vallamos hasta la sala donde entrenamos juntos la ultima vez...

Misame impacta sus manos y crea un clon identico a el. Aquel clon se dirige hacia la habitacion donde entrenara con Papetona, mientras que el original vuelve a tomar aciento.

- Excelente, Kosen...

Agrega el joven dios mientras se levantaba de su aciento. Acto seguido impacta sus manos y crea un clon identico. Aquel clon ingresa por una de las puertas, moviendo las manos para que Kosen lo siga.

- Conoces el resto... Sigue a mi clon y el te llevara a la sala donde entrenaras.

Akira se dirigió a la oficina de Misame muy ansioso, luego de una noche de descanso ya se sentía completamente bien tanto física como psiquicamente.
Entonces tocó la puerta antes de entrar.

-Buenos Días Misame-sama. Dijo respetuosamente. -Vengo a usted para pedirle que me entrene por favor, quiero volverme más fuerte.

- Entiendo...

Agrega el joven dios, luego impacta sus manos y realiza un clon identico a el.

- Como dije antes, solo puedo entrenarte cuerpo a cuerpo. Asi que sigue a mi clon, el te llevará a la sala donde entrenaran.

[Continua en Entrenamiento de Akira]

Akira regresó a la oficina de Misame con paso decidido, aunque seguía siendo un novato ya había logrado dominar las básicas, y cumplir 3 misiónes.

Luego de tocar la puerta abrió y pasó.

-Buenos días Misame, he hecho 3 misiónes tal como me dijiste, y ahora vuelvo por más entrenamiento. Dijo energéticamente, aunque sin abandonar el tono de respeto con el que siempre se refería a él.

Misame atiende cada palabra del joven, y se levanta de su escritorio al escuchar que habia terminado sus 3 misiones.

- Bien entonces... Te entrenaré ahora mismo

Tras decir esto el joven dios crea un clon identico, el cual sale por una de las puertas alli presentes

- Mi clon te esperará en la sala donde entrenaste conmigo...

-Ok, nos vemos luego Misame-sama. Le dijo para luego seguir al clon de este, sintiendose un poco nervioso pero a la vez entusiasmado.

Una pequeña rachaga de aire, de temperatura templada corrió de repente por el despacho de Misame, entre remolinos empezó a difuminarse una imagen, de pelos rosados. Cuando el remolino se deshizo se pudo ver el cuerpo de una joven que vestia con uniforme escolar. Su rostro estaba sonriente a pesar del mal trago que paso antes, cuando Kazumi se rajo con su propia fuerza.

-Hola, Misame-Kun!! -Dijo aquella dulce voz -Ya volví de mi entrenamiento, y quiero pasar el rato con vos. Lo pase fatal antes.

Después se acerco despacio hacía el joven y le saludo con un beso en la mejilla, parecia que Pape confiaba mucho mas en Misame desde aquel dia en el que llego a las afueras muy malherido. Pensaba que, hasta el más poderoso de los dioses podía resultar herido, y que en algún momento podria volver a necesitar su ayuda.

-Pape!!, volviste a por nosotros!!

Unos animales salieron de entre las sombras del despacho, un gato y un perro, los fieles acompañantes de Pape, que tiempo atras les habia mandado cuidar a Misame.

-Anda!! y estos?, me olvide por completo de ellos -Pensó sin mirarlos mucho -Anda, esperad fuera, tengo que hablar con Misame-Kun

Misame devuelve el mismo beso cuando Papetona lo saluda, y luego observa como los animales se alejan de la oficina.

- Dime, Pape... Sucede algo malo?

Pregunta con algo de preocupacion en sus palabras, por la escena presenciada anteriormente.

Pape le sonrie

-No pasa nada, solo quise pasar un rato a tu lado
[Mas que nada es para que Kazuo, para que cuando vuelva de la mision nos conozcamos]

Un joven llega a la oficina de Misame después de descansar en su habitación...

Buenas tardes... Me llamo Kazuo.

La joven mira sorprendida la entrada del joven, ya que ella no habia notado su presencia. Aquel individuo era un joven muy guapo, pelo rubio y ojos rosas, vestía un chandal naranja, seguramente su color favorito, y una camiseta negra. Tambien llevaba una cinta negra que le atravesaba la frente, parecia un personaje sacado de un manga japonés. La expresión de la cara de Pape se torno sospechosa y saludó

-Buenas, yo soy Papetona, encantada^^

La pequeña esbozó una sonrisa que le llegaba de oreja a oreja, su rostro se iluminó de repente aparentando símpatica. El signo que la joven tenia en la mano se iluminó poco a poco, ella al darse cuenta se asombró tambien, ¿otro familiar?, ¿sería un primo?

¿De verdad no me reconoces, Pape?... ¿No te acuerdas de mi ni siquiera un poquito? Que decepción...

La mirada de Kazuo tenía un tono burlón... se estaba riendo. Aunque, a la vez, estaba muy feliz de haber encontrado por fin a su hermana.

¿No te suena mi nombre?... Me llamo Kazuo. Mira mi mano...

La mano se le iluminó. Además, tras de si aparecieron dos animales.

Creo que son amigos tuyos... Me los he encontrado en la puerta del santuario. Ah, por cierto, veo que no me reconoces ni asi... otra pista: mi nombre completo es Kazuo Inuzuka Haruno.

Musa llego tambaleante con la espalda herida las rodillas y la mano, golpeo la puerta recargandose en ella.

- Misame...

Papetona dejó de sonreir instantaneamente, su rostro se tornó ocuro, era como si su pasado se derrumbase, como si todo lo vivido hubiera sido una mentira. La mirada de la pequeña se infecto de preguntas, que hasta ahora no se habia hecho, tambien,le entró una gran alegria, aunque está no se notara mas que su sorpresa. Papetona cerró el puño como si no quisiera sentir la fuerza que le invadia al juntarse con su ''hermano'', al unirse dos individuos de la misma rama familiar la fuerza de estos se duplicaba. Pape, que se sentia muy sorprendida no pudo articular palabra hasta que sus dos animales entraron y le indicaron unas palabras.

-Pape, siento no habértelo dicho antes, pero era verdad, tienes un hermano -El gato dijo esto con la cabeza un poco gacha -Tu madre nos lo dijo, nos dijo que deberiamos contártelo, pero no quisimos, no debimos desovedecerla, perdónanos.

La fuerza de Pape invadió la habitación en la que se encontraban, un poco ira y algo de felicidad se podia palpar en el anviente, la pequeña iluminada susurró a Misame dirigiéndose a Kazuo ''Misame-Kun, ¿tu lo sabias?'' al llegar delante del sujeto, le da un beso en la frente y lo abraza.

-Verdaderamente eres tu -Dijo -Te protegeré para siempre, nunca más nos separaran, estaremos unidos para siempre

Ese emotivo momento lo estropeó Musaki(¬¬), una amiga suya, que entró por las puertas muy malherida. Ella solto a Kazuo y se acercó a Musaki.

-Musaki-Chan -Dijo preocupada -Misame, Misame, ven corre

Musa miro de reojo a Pape y sonrio.

- No es nada....balbuseo.- creo que he interrumpido. Dijo desplomandose al suelo, golpeando nuevamente sus rodillas. - Solo quiero...que me curen....

Misame simplemente sonreia en cada momento, observando el reencuentro de ambos hermanos. Entre medio de la conversacion, Papetona le pregunta al joven dios si el sabia sobre el tema, el cual respondió en el mismo tono de voz que se acababa de enterar. Acto seguido la joven abraza a su hermano, demostrando una hermosa escena frente a los ojos de Misame. Sin embargo, el ambiente se torna de un aire intenso y desafiante, y la puerta se abre acompañado de la joven Musaki, casi susurrando el nombre del dios celestial, Misame.
El chico la observa tambaleante, y antes de que ella cayera al suelo, con un rapido movimiento Misame se coloca detras de ella y la toma en brazos, dirigiendose hacia Papetona.

- Musaki se arriesga mucho en sus misiones y siempre da lo mejor de ella... para mi ya es normal que sucedan cosas asi ^^

Dijo en tono alegre intentando calmar a los presentes, y luego observar de manera preocupante a Musaki. Sin quitar la vista de la joven herida, Misame les dice a ambos hermanos.

- Supongo que seguiremos con este reencuentro mas tarde. Tengo que curar a Musaki primero. Pueden recorrer la ciudad y hablar entre ustedes, supongo que tienen mucho que platicar.

Mientras el dios celestial exclamava estas palabras, un clon se desprendia desde su hombro derecho colocandose detras de su oficina, mientras que el original lanza la esfera de evadido al suelo y desaparece junto con Musaki.

Papetona tomó la esfera evadido para lanzarla al suelo.

-Kazuo, nunca tube a nadie, nos encontraremos pronto, hermano.

Diciendo esto desaparece de la escena con los ojos llorosos para no terminar en llanto

Misame entra por la puerta y nota que aun se encontraban Kazuo en el lugar. El joven dios parpadea unas cuantas veces algo desconcertado, para terminar por decir:

- Kazuo... Aun no te fuiste?

Dice esta frase en tono de broma mientras el clon detras del escritorio desaparecia y el Misame original tomaba su verdadera posicion.

[Demonios... No entiendo... Me siento raro, ultimamente todos estan pendientes de lo que hago, ademas de las declaraciones...]

Misame se recuesta hacia atras con su silla, observando el techo

[Musa...]