Objetivo: Capacidad de estabilidad en sus auras y presición en su control

Papetona llega al Dojo de entrenamiento iluminado por primera vez. El corazon le late fuerte, se siente como una niña apunto de abrir un regalo. Su ropa estaba algo desgastada por la misión, pero no le importaba, decide entrar y entrenar. Su sonrisa se hace inmensa al ver que estaba vacio, que nadie la molestaria ni la veria. Sus ojos brillaban como estrellas y su rostro esbozaba alegria y desicion, estaba preparada para conseguir sus metas, que no era otra que dominar el corazón de Misame.

La pequeña empieza a acumular aura, para empezar con sus mejoras,de su cuerpo comienza a emanar un aura verde, y seguidamente una roja. Siguió así mucho tiempo, intentando que le saliera de golpe la roja, e intentando cambiarla a su antojo. Aquello no era tan facil como parecia, no daba una y siempre aparecia la verde que sucedia a la roja. Unas horas después de seguir con o mismo, cae al suelo rendida.

-¿En que estoy fallando? -Se dijo -Será la concentración, digo yo

Bebió un poco de agua y se volvió a poner en pie, su cuerpo se tambaleaba por la inestabilidad de su aura. Hasta que despues de unos segundos miró fijamente al frente y su aura cabió a roja. Para comprovar si le salia bien o mal, la quitó, y la puso, en el momento se volvió roja, cuando ella termino de necesitarla se tornó verde. Esta vez empezó a correr en zig-zag, dando saltos y demás. Había conseguido manejar su aura al completo, ya no tendría problemas de equivocarse, ni por que se le acabara, ya que al mantener el aura tanto tiempo activa se habia endurecido su espiritu.

Aun saliendole perfecto, sabía que aun tenia algo que mejorar, su estabilidad. Así que tras descansar un rato se puso a entrenar nuevamente. Se puso a ello, cambiando a su antojo sus auras, incluso llegaron a rozarse. Papetona mantenia su aura de viento muy bien, pero la de fuego no era lo mismo. Así decidió trabajar con ella, haciendo figuras y lanzandola, poco a poco su aura fue endureciendose y poniendose estable con el tiempo. Cambiandola a viento cuando le apetecia, su entrenamiento habia finalizado, sus objetivos estaban logrados.

FIN