[Mision] El Mercader (Completa)

Akira llegó a la entrada de la aldea principal. Una vez allí apoyó su espalda contra un muro, esperando a que el mercader que debía proteger llegase al lugar.

(Esta misión es diferente a las demás... esta vez mi responsabilidad es que una persona no sea asaltada y herida... tendré que hacer un buen esfuerzo.) Pensó mientras sus ojos recorrían las caras de las personas que circulaban a su alrededor, esperando pacientemente al mercader.

-Así es, mi nombre es Akira Hrist señor, y lo protegeré de cualquier eventualidad. Le dijo repetuosa pero firmemente, demostrandole así su determinación a llevar a cabo con éxito su misión como protector.

Akira comenzó a caminar delante del carro, vigiliando principalmente el frente y los costados, atento a los sonidos que podrían provenir por detrás.

Al apreciar la situación Akira no perdió un segundo. El jóven levantó su pierna derecha e hirió a uno de los dos caballos que tiraban del carro, el corte fue muy leve, pero lo suficiente para que el caballo se asustase, chille y luego comienze a trotar a toda velocidad. El otro animal, al sentir el chillido del primero, se contagió del miedo de éste por lo que también arremetió a toda velocidad, embistiendo ferozmente a los ballesteros que se encontraban frente al carro, y provocando que el ladrón que intentaba sacar al mercader callera al suelo.

Mientras tanto Akira, aprovechando la confusión, le lanzó un puñetazo en la cara al enemigo que había aparecido más cerca de él, para después atacandolo con una patada, esperando que el filo de su bota fuese suficiente como para dejar fuera de combate a aquél oponente.

Akira siente el leve corte en su espalda, y casi en un acto reflejo se da vuelta y golpea con su codo el mentón del atacante, para luego con un rápido movimiento quitarle la daga antes de que se recuperara del golpe. Entonces le dio una apuñalada en uno de sus costados antes de salir corriendo en dirección a donde había ido el carro, experimentando por primera vez el verdadero cambio en su velocidad después de aquél entrenamiento con Misame, guiandose a donde se encontraba el mercader por el sonido que producían los caballos al andar.

Akira alcanzó a los caballos, y gracias a un preciso salto fue capaz de montarse sobre el de la derecha, para luego tomar las riendas de éste y del de la izquierda, y tirarlas levemente en un principio, para luego comenzar a tirar más fuerte, tal como le habían enseñado cuando su padre le regaló un caballo a él y a su hermano, lo que por unos segundos le trajo malos recuerdos.

Poco a poco los caballos dejaron de trotar y comenzaron a andar tranquilamente.

-Le dije que lo protegería. Le comentó al mercader, mirando hacia atrás con una sonrisa dibujada en su rostro.

Akira se bajó de los caballos y continuó caminando junto al carro, atento ante cualquier otro imprevisto que pudiera surgir.

(Mmm... no debe faltar mucho para que lleguemos, pero no puedo bajar la guardia de todos modos.) Pensaba mientras su mirada cambiaba de dirección a intervalos regulares.

Después de recibir la Moneda de Escorpión Akira se despide del mercader y se dirige al Blacklist, entusiasmado por haber cumplido con éxito su tercera misión.