Llegada de un nuevo Iluminado

Llegaba al santuario un joven alto de pelo blanco, estaba un poco nervioso por la reaccion de los demas, al pensar que quisas lo rechasarian por ser un demonio, per siguio adelante.

-Espero, poder ser bienvenido, ojala no piensen mal de mi por ser un demonio.

El joven siguio caminando hasta llegar a la puerta, detras de ella ya estaria dentro de aquel gran santuario, donde comenzaba ya como un Iluminado.
El joven se aceco, y puso la mano en la puerta.

-A partir de ahora, todo sera diferente, y mi vida cambiara, asi que debo seguir adelante, no mirar a atras y retroceder, es la hora.

Y el joven abrio la puerta, e ingreso al santuario, esperando ver la reaccion de la persona que lo recibiria, en aquel lugar.

Cruzando aquella puerta, un joven de una edad similar a la de Leos se presentaba. Aquella persona se encontraba con un simple trapo, al parecer simplemente limpiando las estatuas presentes. Al notar la presencia de leos, Misame voltea y lo observa con una sonrisa

- Bienvenido ^^

El joven se encontraba algo sudado, se mueve un poco de su posicion hasta colocarse frente a Leos y extendiendo su brazo como saludo.

un joven se habia acercado a Leos, y le dio la bienvenida, mientras le estendia el brazo, para darse la mano saludandose.
Leos extendio el brazo tambien y le dio la mano, tambien presentandose.

-Ola soy Leos South, mucho gusto

Leos preosiguio a decirle la razon por la cual se encontraba ahi, -bueno e venido por quiero poder ayudar a los Iluminado.

Dijo Leos al joven que se paro delante de el.

Con aquella misma sonrisa, el joven Misame respondió

- Será un honor tenerte entre mis subordinados ^^

Lo dice en tono tranquilo intentando explicar que el era el Dios Celestial

Leos se sorpremdio al escuchar que el seria uno de sus subordinados, entonces Leos se dio cuenta,
que aquel joven era el Dioa celestias.
Asi que Leos se acerco mas a el, y lo miro fijamente.

-Entonces tu eres el Dios Celestias, entonces debes saber que soy un demonio, pese a eso, me estas
aceptando como un subordinado.

Le dijo Leos seriamente, al joven que era el Dios, esperando la respuesta de este.

- Bien... ya que estamos un poco mas en confianza voy a revelarte un pequeño secreto...

Mientras decía esto sus ojos se encontraban cerrados observando el suelo, pero al terminar su frase Misame levanta la mirada observando directamente a los ojos de Leos, demostrando como sus ojos cambiaban de un color verde a unos completamente amarillos.

- Yo tambien soy un demonio, pero pocas personas saben esto...

Leos se quedo asombrado al descubrir, que el Dios celestial era un demonio como Leos, lo miro fijamente y vio la misma mirada que Leos tenia.

-Con que eres un demonio, como yo, al parecer no somos distintos, quisas nos parescamos mucho todavia. Entonces a esta respuesta, la tengo que interpretar con que estoy dentro.

Le dijo Leos, mientras miraba al joven, Leos sonrio al encontrar a alguien como el, no se imaginaria que seria el mismo Dios celestial.

-Pero hasta hora nose cual es tu nombre, dimelo porfavor

fueron las ultimas palabras de Leos en ese momento

Misame sonrie y parpadea al mismo tiempo, para regresar sus ojos a la normalidad y responde a la pregunta del recien llegado

- Perdon por no presentarme... mi nombre es Misame, mucho gusto... Y quiero que tengas en cuenta que ésto lo hice para que no te sientas mal por ser un demonio, y me gustaria que guardaras el secreto acerca de mi raza si no te molesta...

Leos miro al joven misame, y sonrio

-Claro esta conversacion queda entre nosotros.

dijo Leos mientras sonreia, los dos no parecian ser demonios, parecian completamente humanos, ya que ellos teninas buenos sentimientos e itenciones.

-Bueno ahora por ¿donde debo comenzar?

Pregunto Leos, un poco confundido, ya que recien llegaba y era nuevo en esto.

- Si no te molesta, me gustaria mostrarte la habitacion donde te quedaras. Que dices?

Dijo con una sonrisa esperando su respuesta. Aquella situacion realmente parecia una relacion entre personas comunes y corrientes, ya que sus intenciones no eran realmente malas.

De tal manera, Misame realiza un movimiento con su cabeza para que aquel joven lo siga. Acto seguido se adentra en unos pasillos con gran cantidades de habitaciones, adentrandose en una de ellas.

[Continua en Habitacion de Leos]