Hay que mirar sobre las lapidas con más atención

Mi caminaba tranquilamente paseandose por las lapidas del cementerio. Las tumbas la hacian mirarlas por los arreglos que tenia cada una hasta que se detuvo en una que le llamó la atención.

-"Que en paz descanse"- citó esas palabras y luego se sentó en la tumba para luego acostarse en ella.

Miró el cielo azul mientras tanto luego se volvió a sentar y miró la lapida.

-¿Qué hiciste tú para estar en este lugar?

No era muy normal por parte de Rin andar por esos lugares... Pero un pequeño paseo para pensar no le venia mal. Caminaba entre los estrechos caminos de las lápidas cuando a lo lejos ve una niña sentada sobre una de las tantas y al parecer hablándole, en parte no le resultaba extraño ya que mucha gente se paraba a hablarles a sus seres queridos ya perecidos pero esto era extraño... Repitió las palabras de la chica en su mente “¿Qué hiciste tú para estar en este lugar?” La observo detenidamente y pudo notar su presencia, ese olor tan peculiar... Era una exiliada y al parecer ese no era una familiar o conocido de ella por la forma en que le hablaba.
Se acerco a paso lento hasta quedar a un par de metros de la niña, la miro fijamente y dirigió un comentario hacia ella.

- ¿Sabes?... Es muy peligroso que andes sola por el mundo neutro. Podrías encontrarte con muchos enemigos.

En parte pensó para sus adentros en sí misma ya que ella era una iluminada aún y podría atacarla si quisiera.

Volteó rápidamente al escuchar una voz detrás de ella y observó a la chica que le hablaba, se puso de pie lo más rápido que pudo y dió dos pasos atrás al darse cuenta de que era una iluminada.

-No te me acerques, por favor, Yo no he hecho daño a nadie, por favor...- Mi volteó y corrió intentando huir del lugar pero de repente se tropezó cayendo frente a otra lapida la cual, al levantar su cabeza y mirar el nombre de la lapida se pusó a llorar incontrolablemente y en silencio.

La quedo observando por unos minutos cuando de repente se dio vuelta, dijo un par de palabras asustada para luego salir corriendo... Algo desconcertada Rin comenzó a caminar en la dirección que la jovencita estaba corriendo pero antes de que pudiera alcanzarla para hablar esta tropezó con una lápida y cayó sobre ella, pero esto no quedo ahí, la jovencita no se levanto y al contrario observó detenidamente la placa para luego ponerse a llorar. En verdad Rin no comprendía nada pero sólo entendió que ella estaba haciendo una tranquila visita al cementerio. Se acercó hasta la niña poniéndose en un costado de la tumba, se agacho y la quedo mirando, en ese momento aquel rostro triste con las transparentes lágrimas corriendo por sus mejillas hizo que una tenue voz se escuchara dentro de su cabeza.

[Rin... No puedes ser dura con ella... Recuerda quien eres en verdad... Recuerda a tu madre... Se buena... Hazlo por mi]

Aquella voz, era la de Misame... Rin se tomo de la cabeza y la presionó con fuerza como si quisiera sacarse la voz de su cabeza, pero nada pudo hacer... Ya la parte oscura de su ser descansaba y la bondad abundaba en su cuerpo, no sabía por cuanto tiempo duraría esto pero debería intentar que dure por lo menos hasta que la exiliada desapareciera.

- Niña... Tranquila, no te haré daño. ¿Qué te sucede?

-Yo no tengo derecho ni siquiera a venir al cementerio, los extraño demasiado...- miró a la chica al lado de ella.

Mi se sentó y secó las lágrimas de sus ojos.

-Encontré a mamá...-la chica hablaba entrecortado y se abalanzó sobre la chica abrazandola y llorando.

"No quiero volver a llorar más" pensó tristemente pero no hizo caso a su mismo pensamiento